Hacía calor, tenía una cervecita en la mano y no paraba de saludar a gente. Disfrutando de esas cositas pequeñas que te hacen sentir bien cuando vives fuera y vuelves a casa...
Contaba en voz alta una de mis "preocupaciones" del momento cuando al otro lado de la mesa una voz me dijo:
- Yo te ayudo.
Venía de una persona de esas que conoces de toda la vida, con la que mantienes una relación cordial, pero no os une una gran amistad...Debí poner cara de poker, porqué sin darme tiempo a contestar me dice:
-Aprovechemos lo bueno de Teruel, somos pocos y nos tenemos que ayudar entre todos.
Al oír estas palabras sentí como me tiraban los puntos...
¡GRACIAS ESTRELLA y MARIANO por echarnos una mano!